“Hay maestras y maestros que dedican gran parte de su jornada a las “asignaturas invisibles“, esas que no aparecen en un boletín de notas, pero que forman la personalidad, hacen un ser humano digno y son una verdadera educación en valores. Trabajan utópicamente en silencio con la misión de guiar a niñas y niños para que cumplan su propósito de llevar la paz al mundo en el que viven.
Si eres docente, este manifiesto educativo te impulsará a dejar atrás falsas creencias y prácticas educativas hoy desfasadas, iniciando un nuevo camino, con una invitación a sumergirte en el método Montessori, más actual que nunca, como una filosofía de vida y una realidad educativa en días como hoy para humanizar la educación.
Si eres madre o padre, estas páginas te animarán a mirar a tu hijo, a observarlo, a acompañarlo y a aprender de él y sus verdaderos intereses. Acompañarlo en su vida a través de sus experiencias enriquecerá también la tuya, y es lo más digno que podemos hacer los adultos por la infancia”
Este libro está escrito para quienes sienten la necesidad en días como hoy de educar de una manera diferente a la establecida desde hace cientos de años, y para eso lo primero que tenemos que hacer es cuestionar todo el sistema de creencias que hemos construido y que nos ha llevado hasta aquí. “No estamos tan mal”, dicen algunos. Y yo me pregunto qué más hace falta parte darnos cuenta que estamos realmente mal, y que esto únicamente lo cambiamos si edificamos una nueva cultura con una base sólida de valores humanos.
Está escrito para esas madres y padres que, como ocurrió en mi caso de niño, ven que sus hijas e hijos lo pasan mal en la escuela y observan a diario que a sus hijos les encanta aprender cosas nuevas, pero no en un sistema feroz que penaliza a quien es creativo y auténtico; está escrito para aquellos adultos (una gran mayoría) que aún hoy en día llevan intrínseco el injusto mensaje de “no aptos para el aprendizaje” que les trasladó la institución educativa; está escrito para dar voz a una gran mayoría de docentes que sienten la vocación de la docencia y que a diario ven como las garras del sistema los ata de pies y manos y apenas si les dejan desempeñar una labor humana con seres humanos; y sobre todo, está escrito para desnudar a una institución educativa de la cual desconocemos como sociedad sus macabros intereses y planes para llevar a cabo con los ciudadanos que la componen, para que sabiendo lo que pretenden con nosotros seamos nosotros los que revolucionemos su institución. Si nos unimos y vamos todos a una acabaremos transformando la escuela desde abajo, que no nos quepa ninguna duda.
Por todo ello da igual si eres madre, padre, docente, abuela, abuelo… Da exactamente igual. Nada de eso te va a impedir sumergirte en una lectura que nos va a ayudar a entender muchos de los problemas que tenemos hoy como sociedad y cómo únicamente podremos cambiarlos cuando edifiquemos sistemas educativos centrados en el ser.
Vamos a hacer mucho ruido amigos. Que este mensaje llegue a cuantas más aulas mejor, pues desde ese lugar transformaremos la escuela.